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Conductas esperadas en la primera infancia

Descifrando las conductas

¿Alguna vez te has preguntado por qué tu pequeño de 2 años grita "¡Mío!" cada vez que alguien toca sus juguetes? ¿O por qué tu hija de 4 años parece no entender que su hermanito también tiene sentimientos? Si es así, ¡estás en el lugar correcto! Hoy vamos a sumergirnos en el fascinante mundo de las conductas esperadas en la primera infancia, ese periodo mágico que va desde el nacimiento hasta los 5 o 6 años.

El cerebro de dos pisos: Una analogía reveladora

Para entender las conductas de nuestros peques, primero tenemos que hacer un viaje al interior. Utilizando la metafora de Daniel Siegel, imagina el cerebro como una casa de dos pisos. En el piso de arriba viven todas esas habilidades como pensar, resolver problemas, planificar y regular emociones. Es como el cuartel general de la razón y el autocontrol.

Ahora, en el piso de abajo... ¡Uff! Ahí es donde está la fiesta. Todas las emociones andan sueltas, bailando sin control. El enojo, el miedo, la alegría, todos haciendo lo que se les da la gana. Es como la película "Intensamente", pero en versión bebé.

¿Y sabes qué? Entre estos dos pisos hay una escalera. El problema es que en los peques, esa escalera todavía no está bien armada. A veces ni siquiera existe. Por eso, cuando tocan a la puerta de sus emociones, lo primero que nos encontramos es todo ese desorden emocional del piso de abajo.

Aquí viene lo bueno: nosotros, como padres, somos los arquitectos de esa escalera. Con nuestro apoyo y guía, vamos ayudando a nuestros hijos a construir esa conexión entre emoción y razón. Pero ojo, esto lleva tiempo. ¿Sabías que el cerebro no termina de madurar hasta los 23-25 años? Sí, así como lo oyes. Así que respira profundo y ármate de paciencia, porque esto es una maratón, no una carrera de 100 metros.

Conductas Esperadas: Descifrando el código secreto

Ahora bien, todas esas conductas que a veces nos sacan canas verdes son en realidad mensajes codificados. Nuestros peques están tratando de decirnos algo, pero como aún no dominan el arte de la comunicación verbal, lo hacen a través de sus acciones.

Por ejemplo, cuando tu niño de 2 años le quita el juguete a su amiguito y grita "¡Mío!", no es porque sea un pequeño tirano en potencia. Es simplemente que en esta etapa, su pensamiento es totalmente egocéntrico. Para él, el mundo gira a su alrededor y todo lo que toca le pertenece. Es perfecamente esperado.

O cuando tu hija de 4 años parece no entender que su hermanito está triste porque ella no quiere prestarle su muñeca favorita, no es que sea insensible. Es que a esta edad, la empatía aún está en pañales. Los peques apenas están empezando a darse cuenta de que los demás tienen sentimientos diferentes a los suyos.

Paciencia, Amor y Mucha Tribu

Entender las conductas esperadas en la primera infancia es como aprender un nuevo idioma. Al principio puede parecer confuso y frustrante, pero con el tiempo, empezarás a ver patrones, a entender los mensajes ocultos detrás de cada "berrinche", cada pregunta incesante, cada juego imaginativo.

Recuerda, cada conducta es una oportunidad de conexión, de entendimiento mutuo. No se trata de "corregir" o "eliminar" comportamientos, sino de acompañar a nuestros peques en su viaje de descubrimiento del mundo y de sí mismos.

Y si en algún momento te sientes abrumada (que pasará, te lo aseguro), respira hondo y recuerda: esto también pasará. 

¿Quieres profundizar más en el tema de las conductas esperadas y cómo acompañar a tus hijos en cada etapa de su desarrollo? Te invito a que explores más recursos sobre crianza respetuosa y desarrollo infantil. Y si te ha gustado este artículo, ¿por qué no lo compartes con otras mamás que puedan estar pasando por lo mismo? Juntas podemos crear una comunidad de crianza más consciente y comprensiva.

¿Y tú, qué conductas "inesperadas" has observado en tus peques? ¿Cómo las has manejado? Cuéntanos en los comentarios. Recuerda, cada niña y niño es única y cada familia tiene su propia dinámica. No hay una forma "correcta" de criar, solo la que funciona para ti y tus peques.


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